Un sólo punto de apoyo, firme, es todo lo que se necesita para mover el mundo. Así lo estableció el sabio griego Arquímedes de Siracusa en el s. III a.d.C. y con esto enunció la ley de la palanca. 

En estos días pensaba que eso es Jesús para quienes hemos decidido vivir la vida como cristianos. El es nuestro punto de apoyo, nuestra palanca, nuestra «cabeza de playa» (1).

Esto es justamente en lo que se convirtió Jesús con su manera de vivir la Vida. Se convirtió en el punto de apoyo que necesitábamos como comunidad humana para poder vivir en la Grandeza, desde el Bien, desde la Verdad, desde la Luz.

Comparto la siguiente reflexión en la conciencia de que el Proyecto Grandeza es un espacio que pretende acoger a personas independientemente de las creencias religiosas que cada uno profese. Hoy pienso en Jesús de Nazareth desde una perspectiva no religiosa, simplemente como un hombre que supo descubrir el extraordinario poder de vivir desde el Bien y desde la Luz. Desde la Grandeza.

Jesus es cabeza de playa. El fue el primero. (Aunque algunos dirán, con razón quizá, que no el único.) Y así nos abrió el camino, esperando que muchos otros llegáramos a la otra orilla para reforzar y hacer posible su propuesta de Vida plena para todos. Muchos otros, que como El, quisieran vivir radicalmente desde el Bien y desde la Bondad. El es el punto que necesitábamos para apoyarnos y para movernos. Y por eso hoy es posible que vivamos en la Grandeza: porque El vivió en la Grandeza. 

Y en estos días pensaba también que, justo es éste el acontecimiento que los cristianos celebramos cada Navidad: tener la certeza de que Jesús está allí, al otro lado, esperándonos, como cabeza de playa, invitándonos también a convertirnos en parte de la cabeza de playa para otros, y para seguir extendiendo el color verde de la Grandeza entre todas las personas. Cada quien viviendo la Grandeza a su propia manera, desde sus propias apuestas, con su propio estilo. Algunos eligiendo un camino más afín con alguna religión; otros de una manera diferente, algunos incluso sin una referencia explícita a Dios. Pero todos apostando por lograr que el Bien se haga una realidad para todos.

Necesitábamos que Jesús naciera y que viviera como vivió para que nosotros pudiéramos también convertirnos en palancas para nuestros hermanos. Nosotros necesitamos a personas como Jesús; y Él, junto con todos los demás hombres y mujeres que han vivido desde el Bien, nos necesita a nosotros, así será hasta que el Bien y la Vida triunfen definitivamente.

Por eso podemos verle como modelo y hoy nuevamentealegrarnos profundamente con su nacimiento.

Te invito a que pienses:

¿Qué necesitas tú para vivir más plenamente en Verde? ¿Qué hace falta en tu vida para estar en el grupo que forma la cabeza de playa?

Que éste sea hoy tu regalo al mundo, a la Vida, a tu Dios.

Seguir pintando tu vida de verde.

Feliz Navidad.

Y bienvenido al grupo que quiere ser parte de la cabeza de playa.

Gerardo

 

(1) Este es un término militar (cabeza de playa) se usa para describir la línea creada cuando un grupo de soldados alcanzan la costa del territorio a conquistar y comienzan a defender el área hasta que se produce el arribo de un número suficiente de refuerzos que permite una posición fuerte como para comenzar un avance ofensivo.